lunes, 29 de marzo de 2010

Miguel Hernández: las abarcas desiertas

Os dejo ahora este poema de Miguel Hernández lleno de la ternura dramática de un niño por el que la infancia casi que pasó de puntillas; tanto es así que ni los Reyes Magos pasaron por su ventana infantil. Pero ahora en versión ilustrada.

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