miércoles, 5 de mayo de 2010
El libro, la revolución tecnológica
jueves, 15 de abril de 2010
Morfología y sintaxis de la oración simple
Pedro Felipe de la Iglesia tiene esta página que os puede ayudar mucho para resolver dudas de gramática (morfología y sintaxis).
Debéis consultar esta presentación, que hace un recorrido por toda la morfología española. Es muy completa.
Presentación sobre tipos de oraciones.
Realiza el ejercicio que encontrarás en esta página.
Sería muy conveniente que practicarais con los siguientes ejercicios: para identificar elementos sintácticos, pincha aquí; para identificar funciones sintácticas, este documento, o bien este otro.
Identificar complementos del verbo
Más ejercicios sobre los complementos del verbo
También os puede servir mirar aquí para encontrar las pistas básicas que hay que tener en cuenta para analizar oraciones simples.
Una presentación: los complementos oracionales.
Una sencilla receta para analizar oraciones.
lunes, 29 de marzo de 2010
Miguel Hernández: las abarcas desiertas
sábado, 27 de marzo de 2010
Dormir para aprender
Por eso te propongo que escuches esta cuña de Radio 5 de RNE.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Miguel Hernández: Del ay al ay -por el ay
Él confiesa que la vida, su vida es dolor, dolor desde siempre. La repetición del ay es síntoma de ello.
Hijo soy del ay, mi hijo,
hijo de su padre amargo.
En un ay fui concebido
y en un ay fui engendrado.
Dolor de macho y de hembra
frente al uno el otro: ambos.
En un ay puse a mi madre
el vientre disparatado:
iba la pobre –¡ay, qué peso!–
con mi bulto suspirando.
–¡A y, que voy a malparir!
¡Ay, que voy a malograrlo!
¡Ay, que me apetece esto!
¡Ay, que aquello será malo!
¡Ay, que me duele la madre!
¡Ay, que no puedo llevarlo!
¡Ay, que se me rompe él dentro,
ay, que él afuera! ¡Ay, que paro!
En un ay nací: en un ay
y en un ay, ¡ay! fui criado.
– ¡A y, que me arranca los pechos
a pellizcos y a bocados!
¡Ay, que me deja sin sangre!
¡Ay, que me quiebra los brazos!
¡Ay, que mi amor y mi vida
se quedan sin leche, exhaustos!
¡Ay, que enferma! ¡Ay, que suspira!
¡Ay, que me sale contrario!
D el ay al ay, por ay,
a un ay eterno he llegado.
Vivo en un ay, y en un ay
moriré cuando haga caso
de la tierra que me lleva
del ay al ay trasladado.
¡Ay!, dirá, solo, mi huerto;
¡ay!, llorarán mis hermanos;
¡ay!, gritarán mis amigos,
y ¡ay!, también, cortado, el árbol
que ha de remitir mi caja,
ya tal vez sobre lo alto,
ya tal vez bajo los filos
del hacha fiera en la mano.
E l mundo me duele: ¡ay!
Me duele el vicio, y me paso
las horas de la virtud
con un ay entre los labios.
¡Ay, qué angustia! ¡Ay, qué dolor
de cielos, mares y campos;
de flores, montes y nieves;
de ríos, voces y pájaros!
Por palicos y cañicas
¡ay!, me veo sustentado.
El lilio no me hace señas,
¡ay!, con pañuelito cano.
Las pitas no me defienden,
con sus espadones áridos,
del demonio. Las palmeras
no me quieren hacer alto
por más que viva a la sombra
de estrella de sus palacios.
No me pone la naranja
el ojo redondo y claro,
ni con sus luces porosas
el limón el gusto amargo.
Y ¡adiós!, el aire me dice
cuando pasa por mi lado.
La inmovilidad del monte
no lleva mi sangre al paro,
ni hacia los cielos me tiran
honda ruda y puro raso,
y tengo la carne siempre
pechiabierta a los pecados.
Sucias rachas tumban todas
las cometas que levanto,
y todos los ruy-señores
esquivos y solitarios
se burlan de ver mis sitios
malamente acompañados.
¡Ay!, todo me duele: todo:
¡ay!, lo divino y lo humano.
Silbo para consolar
mi dolor a lo canario,
y a lo ruy-señor, y el silbo,
¡ay! me sale vulnerado.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Miguel Delibes: adiós, gracias
En estos días en que los asuntos familiares hacen que los ánimos pasen por horas bajas, hemos tenido que acompañar nuestras congojas con la noticia triste de la desaparición de un escritor que he seguido y leído desde hace mucho tiempo.
Hombre sencillo, de gesto amigable, escritor por vocación y periodista de profesión, lo que me gustó siempre de él fue su maestría en el manejo del español. Era capaz de transmitir las emociones más sinceras e intensas con palabras muy sencillas. Sabía llegar a los lectores sin necesidad de alardes complicados. Su técnica era el conocimiento y el dominio íntimo de la palabra, valerse de lo que de manera clara refiere a los objetos cercanos. Y por supuesto, como otro noventayochista, su conocimiento de Castilla y su amor por la tierra, por sus gentes. Su pasión de cazador está detrás de todo ello. De cazador que respeta los ciclos naturales y comprende, porque es capaz de analizarla, la labor cinegética.
Qué decir de esas Viejas historias de Castilla la Vieja, deliciosas por su naturalidad; qué ternura la de esos niños de El camino; qué autenticidad en Las ratas; qué prodigioso El hereje; qué sinceridad en Señora de rojo sobre fondo gris. La sombra del ciprés es alargada es una obra de iniciación de extraordinaria belleza. Cinco horas con Mario abre nuevos caminos en la manera de contar las cosas. Y Los santos inocentes es el reflejo de su pasión por la caza. Y hasta la nueva democracia que se abría paso en el año 78 fue objeto de su pluma en El disputado voto del señor Cayo.
Por todo ello, me gustaría darle las gracias sinceras por haberme hecho disfrutar de su prosa sencilla y natural. GRACIAS, Miguel.
Página oficial de Delibes.
Miguel Delibes: La obra literaria
Especial de El País dedicado al escritor.
Especial de Público.
También el mundo dedica una sección especial a Miguel Delibes: El castellano conciso.
Delibes en el Centro Virtual Cervantes.
Programa de Radio Nacional de España dedicado al escritor vallisoletano.
La RAE hará un homenaje a Delibes el próximo 15 de abril.
sábado, 6 de marzo de 2010
Miguel Hernández: Las nanas de la cebolla
viernes, 5 de marzo de 2010
El Lazarillo de Tormes no es anónimo
Ya hace años que se venía diciendo. Prestigiosos filólogos habían encontrado indicios que orientaban las miradas a Diego Hurtado de Mendoza, pero no se contaba con documentos que pudieran afirmar nada en ese sentido. La paleógrafa Mercedes Agulló ha conseguido testimonios documentales que podrían confirmar este aserto. Así lo acredita López de Velasco, el albacea testamentario de Hurtado de Mendoza. Las conclusiones se van a publicar pronto en un nuevo libro de esta autora, que aparecerá con el título de A vueltas con el autor del Lazarillo.
Primera documentación sobre su autoría (Pablo Jauralde).
jueves, 4 de marzo de 2010
Ángel González: El campo de batalla
Hoy voy a describir el campo
de batalla
tal como yo lo vi, una vez decidida
la suerte de los hombres que lucharon
muchos hasta morir,
otros
hasta seguir viviendo todavía.
No hubo elección:
murió quien pudo,
quien no pudo morir continuó andando,
los árboles nevaban lentos frutos;
era verano, invierno, todo un año
o más quizá, era la vida
entera
aquel enorme día de combate.
Por el Oeste el viento traía sangre,
por el Este la tierra era ceniza,
el Norte entero estaba
bloqueado
por alambradas secas y por gritos,
y únicamente el Sur,
tan sólo
el Sur,
se ofrecía ancho y libre a nuestros ojos.
Pero el Sur no existía:
ni agua, ni luz, ni sombra, ni ceniza
llenaban su oquedad, su hondo vacío:
el Sur era un inmenso precipicio,
un abismo sin fin de donde,
lentos,
los poderosos buitres ascendían.
Nadie escuchó la voz del capitán
porque tampoco el capitán hablaba.
Nadie enterró a los muertos.
Nadie dijo:
"dale a mi novia esto si la encuentras
un día"
Tan sólo alguien remató a un caballo
que, con el vientre abierto,
agonizante,
llenaba con su espanto el aire en sombra:
el aire que la noche amenazaba.
Quietos, pegados a la dura
tierra,
cogidos entre el pánico y la nada,
los hombres esperaban el momento
último,
sin oponerse ya,
sin rebeldía.
Algunos se murieron,
como dije,
y los demás, tendidos, derribados,
pegados a la tierra en paz al fin,
esperan
ya no sé qué
-quizá que alguien les diga:
"amigos, podéis iros, el combate..."
Entre tanto,
es verano otra vez,
y crece el trigo
en el que fue ancho campo de batalla.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Ángel González: Primera evocación
Recuerdo
bien ...
a mi madre.
Tenía miedo del viento,
era pequeña
de estatura,
la asustaban los truenos,
y las guerras
siempre estaba temiéndolas
de lejos,
desde antes
de la última ruptura
del Tratado suscrito
por todos los ministros de asuntos exteriores.
Recuerdo
que yo no comprendía.
El viento se llevaba
silbando
las hojas de los árboles,
y era como un alegre barrendero
que dejaba las niñas
despeinadas y enteras,
con las piernas desnudas e inocentes.
Por otra parte, el trueno
tronaba demasiado, era imposible
soportar sin horror esa estridencia,
aunque jamás ocurría nada luego:
la lluvia se encargaba de borrar
el dibujo violento del relámpago
y el arco iris ponía
un bucólico fin a tanto estrépito.
Llegó también la guerra de un mal verano.
Llegó después la paz, tras un invierno
todavía peor. Esa vez, sin embargo,
no devolvió lo arrebatado el viento.
Ni la lluvia
pudo borrar las huellas de la sangre.
Perdido para siempre lo perdido,
atrás quedó definitivamente
muerto lo que fue muerto.
Por eso (y por más cosas)
recuerdo muchas veces a mi madre:
cuando el viento
se adueña de las calles de la noche,
y golpea las puertas, y huye, y deja
un rastro de cristales y de ramas
rotas, que al alba
la ciudad muestra desolada y lívida;
cuando el rayo
hiende el aire, y crepita,
y cae en la tierra,
trazando surcos de carbón y fuego,
erizando los lomos de los gatos
y trastocando el norte de las brújulas;
y, sobre todo, cuando
la guerra ha comenzado,
lejos -nos dicen- y pequeña
-no hay por qué preocuparse-, cubriendo
de cadáveres mínimos distantes territorios,
de crímenes lejanos, de huérfanos pequeños...
miércoles, 24 de febrero de 2010
Miguel Hernández: Canción del esposo soldado
He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco ...de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.
Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.
Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.
Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.
Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.
Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
lunes, 22 de febrero de 2010
Miguel Hernández: las abarcas desiertas
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraban los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.
Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.
viernes, 19 de febrero de 2010
A un olmo seco
Miguel Hernández, no culpable
Hoy puede leerse en la prensa nacional que el Gobierno español va a exonerar a Miguel Hernández de todos los cargos por los que estuvo sojuzgado y fue preso tras la Guerra Civil.
¡Qué estupidez!... No que le retiren los cargos, sino que los seres humanos seamos tan imbéciles como para condenar a nadie por pensar de una manera diferente. Y muchos años más tarde de su muerte tener que rehabilitarlo... Bueno, algo es algo.
¿De qué fue culpable? De ser cabrero y tener tesón y, a pesar de las dificultades, leer y leer para aspirar a dedicarse a un oficio tan extraordinario como el de escritor, el de poeta. Y ese menester le dio la posibilidad de reflexionar en voz alta, y conocerse, y conocer al ser humano en sus raíces más íntimas. Observó lo que le rodeaba y denunció lo que no le gustaba. Pensó que el hombre era digno y merecedor de un mejor destino. La situación española no estaba precisamente para tirar cohetes.
Para muestra, un botoncito (condensación en la expresión):
Por una senda van los hortelanos,La Elegía que dedicó a su amigo Ramón Sijé es un ejemplo de emoción sincera.
que es la sagrada hora del regreso,
con la sangre injuriada por el peso
de inviernos, primaveras y veranos.
Vienen de los esfuerzos sobrehumanos
y van a la canción, y van al beso,
y van dejando por el aire impreso
un olor de herramientas y de manos.
Por otra senda yo, por otra senda
que no conduce al beso aunque es la hora,
sino que merodea sin destino.
Bajo su frente trágica y tremenda,
un toro solo en la ribera llora
olvidando que es toro y masculino.
Escucha cómo era el poeta en la voz de su propia esposa, Josefina Manresa.
Una exposición en la Biblioteca Nacional, la publicación de sus obras completas, conciertos y un congreso internacional son las principales actividades programadas para conmemorar el centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, ha informado hoy el Ministerio de la Presidencia.
Joan Manuel Serrat iniciará el próximo 27 de marzo en Elche (Alicante) su gira internacional Hijo de la luz y de la sombra, acto central de las actividades organizadas con motivo del centenario de Miguel Hernández.
El catedrático Eutimio Martín publica una polémica biografía del poeta alicantino.
Reclusos recuerdan al poeta que pasó por la misma cárcel.Especial en Babelia dedicado al nuevo disco de Serrat dedicado al poeta.
viernes, 12 de febrero de 2010
¿Por qué el día de san Valentín?
Como ocurre con casi todas las festividades de carácter religioso de nuestro calendario, tenemos que mirar a fiestas paganas para entender por qué celebramos lo que celebramos.
En el caso que nos ocupa, tenemos que mirar a la Roma antigua, a unas celebraciones dedicadas a un fauno. Era la Fiesta de las Lupercales.
Así se llamaban en la antigua Roma a unas fiestas que se celebraban el día 15 de febrero. Fueron instituidas por Evandro el arcadio en honor de Pan Liceo (también llamado Fauno Luperco). En la Roma arcaica se daba un fenómeno religioso: la prostitución sagrada de las mujeres que tenía lugar en el Ara Máxima, todo ello asociado con las fiestas lupercales.
Los lupercos debían ser en su origen adolescentes que sobrevivían de la caza y el merodeo en el bosque durante el tiempo de su iniciación en la edad adulta. Era un tiempo sagrado y transitorio en que se comportaban como lobos humanos.
Se celebraban en la gruta llamada Lupercal, (que más tarde se llamó Ruminal en honor a Remo), situada en el monte Palatino que era el lugar donde la tradición aseguraba que una loba había amamantado a los gemelos Rómulo y Remo. Los festejos estaban dedicados al dios pastoril Luperco, que era una deidad muy antigua de los ítalos.
Comenzaba la fiesta con una ceremonia oficiada por un sacerdote en la que se sacrificaba una cabra. Después, ese mismo sacerdote tocaba la frente de los lupercos con el cuchillo teñido con la sangre del animal y a continuación borraba la mancha con un mechón de lana impregnada en leche del mismo animal. Éste era el momento en que los lupercos prorrumpían en una carcajada de ritual.
A continuación, se formaba una procesión con los lupercos desnudos, que llevaban unas correas (februa) hechas con la piel de la cabra recién inmolada, y con ellas azotaban a las mujeres que encontraban por el camino, como ritual para hacerlas fecundas.
El origen de esta fiesta está en una leyenda según la cual durante el reinado de Rómulo y Remo, las mujeres de Roma quedaron estériles. Se consultó a la diosa Jano, quien respondió diciendo que la solución era ser "fecundadas por un macho cabrío velludo". Los februa simbolizan el falo, y el acto de golpear con ellos a las mujeres, la fertilización. Para aumentar la misma, algunas mujeres se cubrían de púrpura, que además era el color que representaba a las prostitutas sagradas de los luperci (las lupas o lobas) y ejercían sus actividades en el Ara Máxima. De ahí, el color rojo que caracteriza esta costumbre. Bien es verdad que el rojo es símbolo de pasión amorosa, o simplemente de amor.
Otro de los ritos más esperados de la Lupercalia era la lotería de mujeres. Consistía en introducir en una caja tarjetas con el nombre de las adolescentes y hacer que los muchachos metieran la mano en el cajón y sacaran la tarjeta con el nombre de la que, de ahí en adelante, sería su compañera a lo largo del año. Normalmente esas parejas de prueba terminaban en matrimonio.
Valentín era un obispo cristiano que casaba a las parejas en secreto. Cuando lo descubrieron, fue detenido, torturado y fue ejecutado el 14 de Febrero.
Esta festividad fue prohibida por el Papa Gelasio I en el año 494, y se sutituyó por la celebración de la Candelaria, que se centraba en la idea de la purificación y obviaba la parte de la fertilidad.
Los romanos insistían en celebrar la Lupercalia, a pesar que de el Papa Gelasio lo había prohibido.
El Papa Gelasio proclamó al mártir cristiano Valentín, el Patrón de los Enamorados y decidió que el 14 de Febrero en lugar de celebrar la Lupercalia se celebrara el día del Amor en honor a Valentín, haciendo una mezcla entre lo pagano y lo cristiano.
La celebración del Día de San Valentín se oficializó en 1969, año en el cual el calendario católico estableció el 14 de febrero como recordatorio del santo.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Un viaje por la locura (Santiago Heredia)
Un Viaje Por La Locura
sábado, 30 de enero de 2010
El pozo (Platero)
sábado, 23 de enero de 2010
Cumbres Borrascosas
Para este trimestre os he recomendado la lectura de una novela capital en la Literatura Universal, la obra de Emily Brontë Cumbres Borrascosas.
Noelia BlancoCumbres Borrascosas cuenta una historia dramática, trágica. Arranca con la llegada al hogar de los Earnshaw del niño Heathcliff, traído por el padre de la familia desde Liverpool. Ignoramos de donde ha salido esta criatura que pronto trastornará por completo la tranquila vida de su familia adoptiva así como la de sus vecinos, los Linton.
Es una historia de amor y de venganza, de odio y locura, de vida y de muerte. Catherine Earnshaw y Heathcliff desarrollan una relación de dependencia mutua a lo largo de su vida, desde la infancia hasta más allá de la muerte. La libertad que Heathcliff representa no es la más idónea para una mujer que pretende ser respetable, y Catherine acabará casándose con el hijo de los Linton, Edgar, magistrado de la región. Éste le dará un hogar, la Granja de los Tordos, y estabilidad.
Hay un grupo musical mexicano con el nombre de esta novela. Puedes escuchar algunas de sus canciones en esta página.
La novela se ha llevado al cine en ocho ocasiones ocasiones, y casi siempre con el nombre del libro. La primera vez fue en 1939 de la mano de William Wyler. Luis Buñuel hizo una versión en el año 1953 con el título de Abismos de pasión y Jacques Rivette la tituló en 1985 Hurlevent. La última se estreenó en 2003.
viernes, 1 de enero de 2010
Biblioteca Básica de RNE Radio 5
En ellos se hacen comentarios de obras esenciales de la Literatura Universal. Son podcasts que puedes escuchar o descargar; incluso puedes colocar en tu sitio web el programa que te haya gustado. Este es un ejemplo.
Canción de Navidad (Biblioteca Básica)
Además, la página de RTVE te hace llegar todas la series literarias emitidas por TVE: El camino, Los gozos y las sombras, La barraca, Fortunata y Jacinta, Cañas y barro, etc. Otra forma interesante de acercarse a la literatura.