jueves, 22 de septiembre de 2016

Tema I: El léxico castellano


El conjunto de palabras que configuran un idioma recibe el nombre de léxico. La Lexicología es la ciencia encargada del estudio de las palabras: de su origen, de su proceso de formación y de las relaciones que se establecen entre ellas. De la técnica de composición de los diccionarios se ocupa la Lexicografía.

Origen del léxico castellano 
- El castellano es una de las lenguas romances que proceden del latín vulgar (lengua hablada por los soldados y colonos llegados a la Península durante la Romanización) 
- El latín vulgar se mezcló con algunos restos de las lenguas habladas por los pueblos anteriores a la llegada de los romanos (iberos, celtas, vascos) y algunas de esas palabras aún permanecen en el léxico castellano. Estas palabras reciben el nombre de voces prerromanas: arroyo, alud, gusano, bruja, páramo, perro,barro.

Palabras patrimoniales y cultismos. Familias léxicas. 
- El castellano fue evolucionando a lo largo de los siglos hasta quedar fijado en su pronunciación a partir del siglo XVII. 
- Las palabras procedentes del latín que han sufrido todos los cambios fonéticos propios de la evolución de la lengua hasta llegar a su forma moderna se denominan patrimoniales: speculum>espejo
- En épocas más tardías de la evolución de la lengua se incorporaron, por influjo de las personas cultas que aún escribían en latín, los cultismos. Se trata de palabras procedentes del latín, y también del griego, que no han cambiado su forma originaria o lo han hecho muy levemente como, por ejemplo, póstumo (del latín postumum
- Existe una gran cantidad de cultismos y voces patrimoniales con la misma etimología que conviven en el castellano ya que el cultismo suele introducirse cuando ya existe una palabra patrimonial procedente de la misma voz latina. Este fenómeno recibe el nombre de doblete : alma/ánima, pleno/lleno
– Se entiende por familia léxica el conjunto de palabras que comparten el mismo lexema. Así, del latín dicere surgen palabras que pertenecen a la misma familia léxica: decir, contradecir, predecir, bendecir, maldecir, etc.

Préstamos léxicos. 
- El léxico castellano se ha ido ampliando constantemente con la incorporación de palabras procedentes de otras lenguas: unas veces como consecuencia de las invasiones posteriores a los romanos; otras, por fenómenos de contacto con otras culturas y comunidades de cuyos idiomas se adoptan términos. Se llaman préstamos léxicos las palabras incorporadas al castellano procedentes de lenguas distintas al latín. 
- Los principales préstamos léxicos son los siguientes: 
Germanismos: la mayoría procede de la época de la dominación visigoda en la Península (siglo V d.C.). Predominan las voces referentes a la vida guerrera: guardián, espía, guerra, ganar. También encontramos antropónimos y topónimos: Álvaro, Fernando, Alfonso, etc. 
Arabismos: a consecuencia de la presencia de los pueblos árabes en la Península durante ocho siglos iniciada en el año 711. Los árabes dejaron palabras relacionadas con sus costumbres, conocimientos y modos de vida: atalaya, alcázar, almena, alcalde, alguacil, acequia, zanahoria, almacén, cifra, álgebra, etc. También encontramos topónimos: Alcalá, Calatayud, Benidorm, Guadalquivir. 
Galicismos: son las voces procedentes del francés. Ejemplos: monje, manjar, jardín, pendón, aval, chaqué, burocracia, garaje, bufete, etc.
Italianismos: se introdujeron durante los siglos XV y XVI. Abundan palabras referidas al arte y la cultura: novela, soneto, piano, aguantar, apoyar, arsenal, asalto, bazofia, bicoca, bisoño, bizarro, campeón, capricho, cabriola, embestir, mostacho, escopeta, piloto, centinela, fragata. También las referidas al comercio: banco, crédito, bancarrota, letra
Anglicismos: el inglés es la lengua que mayor influencia ha ejercido sobre el castellano desde el siglo XIX hasta ahora. Estos préstamos afectan a varios campos semánticos: túnel, setter, vagón, yate, confort, líder, golf, shock, etc.
Americanismos: Hasta la conquista de América, nadie fumaba tabaco, ni se podían comer patatastomates, maíz, cacao, cacahuetes, ni tampoco se podía tomar café, ni chocolate. Colón descubrió un Nuevo Mundo, al que llevamos nuestra lengua. A cambio, América aportó muchas plantas y frutos desconocidos por los europeos, tantas como había en la tierra de Jauja . Los ríos servían de comunicación por medio de las canoas, pero tenían que tener cuidado con las pirañas. En el mar acechaban los tiburones y los tremendos huracanes.
    Cada tribu tenía su jefe o cacique. Las lenguas y pueblos eran numerosos. Desde México hasta la Patagonia vivían aztecas, mayas, aimaras, araucanos, incas, etc.  


Otros préstamos
    A otras varias lenguas debe préstamos el castellano (como ellas deben al castellano):
Lusismos: (de nuestro vecino y desconocido Portugal): biombo, virar, buzo, mermelada, caramelo, catre, carambola, bandeja, brincar, banda, pleamar, mejillón, ostra, etc. Galleguismos: alguien, morriña, macho, chubasco, achantarse, vigía, arisco, payo, etc. Catalanismos: paella, nao, seo, anguila, anís, armatoste, bandolero, barraca, butifarra, capicúa, cartel, entremés, faena, forastero, grúa, etc. Vasquismos: izquierda, ascua, pizarra, chaparro, boina, zamarra, cencerro, aquelarre, chabola, etc. 

 Neologismos
La lengua hablada es un sistema dinámico, no estático, que va incorporando nuevos vocablos o acepciones distintas de las habituales y va desechando las palabras o expresiones que ya no se utilizan (arcaísmos). Las academias de la lengua tienen la misión de ordenar y fijar todos esos cambios a través de los diccionarios, gramáticas, etc.
Tipos de neologismos existentes:
  • La acronimia: formación de palabras asociando el principio y/o el final de otras, como en módem (modulation–demodulation), pulsar, del inglés “pulsating star”;  Banesto, de  Banco Español de Crédito.
  • Las siglas: palabras formadas por la unión de letras iniciales de otras palabras, se suele emplear para denominar organismos oficiales e instituciones. Ejemplos: ONU, RENFE, OTAN, OCDE, UE, UNESCO, UNICEF, etc.
  • El acortamiento: palabras habituales que usamos habitualmente y que en realidad son abreviación de otras más largas: boli, peli, cine, moto, foto, mates, repe, etc.
  • La onomatopeya: sonidos se convierten en palabras por repetición, como en kikirikí, tictac, etc.
  • un cambio de significado de palabras ya existentes: de virus (medicina) a virus (informática).
  • introducción de palabras provenientes de otros idiomas: bricolaje (de bricolage), espónsor (de sponsor), etc.
  •  Neologismos tecnológicos: escáner, servidor, buscador, computadora, ordenador, ergonómico, etc.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario